En el renacimiento la iglesia empieza a perder su poder económico y político frente a la gente nueva que conoce la tecnología y que es capaz de manejar su tiempo a través de la economía. A partir de esta idea de retorno al poder por parte de la iglesia aparece el tiempo de la contrareforma y el barroco.
Durante el barroco la iglesia quiere recuperar su poder, por lo que adoptan el arte del renacimiento para poder recuperarlo. Adoptando el arte del renacimiento transmiten el discurso de la iglesia pero con un arte que representa lo real y no utiliza figuras divinas. Es así como se crea un doble discurso, no esta cien por ciento claro que es lo más importante ya que existe una exageración de los recursos y las emociones y se vuelve muy difícil llegar al significado claro que había en el arte del renacimiento.
Debido a estos cambios en el barroco el centro de la composición es la documentación de la realidad física del ser humano. El artista es quien propone la realidad y el observador es quien elige los puntos de tensión. El arte tiene distintos puntos de composición porque los espectadores ya no se veían representados en una composición organizada de manera jerárquica.
Es así como el claroscuro, que consiste en la utilización de las luces y sombras sobre los objetos o personas en la pintura para destacar unas zonas más que otras, se vuelve una de las características más interesantes de la pintura del Barroco. El efecto que provoca el claroscuro es una atmósfera que exagere los gestos y todos los elementos dentro de la pintura, esta exageración y lo brusco de las pinturas de este tiempo se relaciona con la confusión y la perdida de un discurso claro como en el renacimiento. En este tiempo el contenido de la pintura deja de ser importante y pasa a un segundo plano, lo que importa es la estética del cuadro, la emoción y el enfoque de la atención en ciertas partes son algunos de conceptos utilizados por los artistas en este tiempo.
Obras de Caravaggio:
Por Gabriela Pérez.
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